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Antonio Molettieri de Gregorio




Nacido en  (Italia ) en 1898. Llegó a Puerto Aysén desde Argentina, donde estuvo un corto tiempo debido a que le molestaban los mosquitos. En 1932 contrajo matrimonio con Agripina Millaldeo.

Él era muy ingenioso, fabricó cosas que correspondían a las necesidades de la época. Con recuerdos post guerra, siempre les inculcó a sus hijos y nietos gozar la vida y esforzarse sin botar, no malgastar ni derrochar.

Una de sus primeras construcciones fue un carro de bomberos (el primero en Baquedano), sobre el cual se transportaban los implementos para los incendios, mangueras, escaleras, herramientas.

Trabajó en fierros, (lo que fue su pasión), además los motores y camiones eran su orgullo personal y su ideal de vida. Fabricó postes de luz y lo que se necesitara en tiempos de crisis...aunque a veces no resultara, pero sus intentos de paliar cualquier carencia fueron incansables.

Gustaba de leer, participó en muchas organizaciones...gustaba de la política y cuidó a su familia como el mejor de sus tesoros.


Comentarios

  1. Gracias por recordar a mi abuelo, Antonio Molettieri, quien junto a mi abuela, Agripina Millaldeo, formaron una gran familia. Recuerdo a mi abuelo, como un gran conversador, sabía del valor de la amistad, como compartir y dialogar de política, con altura de miras, es que el hecho de haber vivido la Primera Guerra Mundial, fue una prueba imborrable, para quien alcanzaba sólo los 14 años, me contaba muchas historias de esos tiempos vividos, de la dureza del enfrentamiento armado, para un contexto histórico que consideraba un enfrentamiento cuerpo a cuerpo... Mi abuela, sabia, fuerte y acogedora, fue su sostén y armadura en estas nuevas tierras, una mujer de la Isla de Chiloé, quien lo amo infinitamente.

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  2. Gracias por recordar a mi abuelo, Antonio Molettieri, quien junto a mi abuela, Agripina Millaldeo, formaron una gran familia. Recuerdo a mi abuelo, como un gran conversador, sabía del valor de la amistad, como compartir y dialogar de política, con altura de miras, es que el hecho de haber vivido la Primera Guerra Mundial, fue una prueba imborrable, para quien alcanzaba sólo los 14 años, me contaba muchas historias de esos tiempos vividos, de la dureza del enfrentamiento armado, para un contexto histórico que consideraba un enfrentamiento cuerpo a cuerpo... Mi abuela, sabia, fuerte y acogedora, fue su sostén y armadura en estas nuevas tierras, una mujer de la Isla de Chiloé, quien lo amo infinitamente.

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  3. Así eran tus abuelitos Paolita. Hermosa descripción de seres tan nobles y unidos.

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