Con qué elementos contaban escuelas y hospitales de un país pobre, pobrísimo, paupérrimo a fines de 1920. Las imágenes provocan sentimientos encontrados, hay nueve alumnos y una profesora, todos abrigados frente a un viento y helada que se cuela por todos los intersticios de las tapas, hoquedades y piso de tierra. Hay tablones, cuadros de dibujos, colgadores para la ropa, más tablas para una cubierta de mesa grupal, cajones para escribir o esbozar imágenes. Una escena dantesca. (Foto Biblioteca Nacional Santiago)
En la primera provincia no hubo nadie a quien tanta gente se refiriera tantas veces como don Rudecindo Vera Márquez, excepcional chilote que aparece en casi todas las fotos que tomaron los fotógrafos de los años 20 y 30. Este invencible capitán de los mares y archipiélagos, aquel que sólo naufragara en el ocaso de su vida, en medio de las oscuras selvas del Pangal, llegó a instalarse primero con la Pensión Vera en los albores de los años 20.
Comentarios
Publicar un comentario